Categoría: Conflicto Armado
Fecha: Domingo 19 de Febrero de 2017
En los casi cinco años que lleva al frente de la Unidad de Atención de Víctimas en la región, Ómar Alonso Toro, piensa que se ha logrado consolidar una positiva imagen institucional y hacer presencia en todos los municipios, acompañando a los alcaldes en el cumplimiento de estas responsabilidades. Y la tarea no es fácil, dado que en el Eje Cafetero la cifra de víctimas ya supera las 231.000 personas, algo así como un municipio del tamaño de Dosquebradas.
Fotografía 1: omar alonso toro
¿Cómo estamos en atención de víctimas en los tres departamentos? Cada año a los municipios y a los departamentos se les hace una certificación. El eje cafetero ha tenido un buen comportamiento, algunas regiones han tenido una calificación sobresaliente como es el caso de Risaralda. El año pasado fue excelente, en el Quindío de 7 de 12 municipios alcanzaron una buena calificación, en Risaralda 8 de los 14. En Caldas, algunos han tenido complicaciones pero ninguno está por debajo de regular. Eso debido al acompañamiento, al trabajo y a la conciencia de los propios alcaldes. En el Eje Cafetero tenemos 231.000 víctimas, de las cuales corresponden a Risaralda 110.000. ¿Si no tenemos problemas de conflicto, de dónde han salido tantas víctimas? Somos receptores de víctimas que nos llegan de todo el país, pero tenemos municipios como Samaná en Caldas donde el 95% de la población es víctima. Es una población entre 30.000 y 35.000 habitantes. ¿Por qué somos tan atractivos? La gente siente que aquí hay tranquilidad y que pueden generar un empleo informal. Por ello municipios como Pereira tienen más de 60.000 víctimas, porque acá llega la gente y se siente tranquila. Dentro del mismo departamento, hay migración desde municipios como Quinchía, Pueblo Rico y Mistrató, aunque ya están retornando a sus lugares de origen. ¿De esas 110.000 víctimas, cuántos son de afuera? Podíamos decir que un 70% son de otros lugares y un 30% del propio territorio. Es muy grande la población que llega de afuera y esta misma situación la viven los tres departamentos. El Quindío, por ejemplo, se ha vuelto también muy atractivo. Cada vez que hay un desplazamiento en Buenaventura, llegan a Armenia. Por eso, ante las altas tasas de desempleo, con el Alcalde de Armenia venimos armando un plan de trabajo para volver a retornar esas personas y hacerles el acompañamiento. ¿La oficina a su cargo que tipo de ayuda les presta? Cuando una persona después de hacer los trámites y figura en el registro único de víctimas, ya tiene unos derechos: una ayuda inmediata que la dan los municipios, a algunos municipios los apoyamos en esto como es el caso de Pereira a quien le giramos $140 millones para ayudas inmediatas, además de alimentación y alojamiento. Solamente en entrega de ayudas humanitarias en estos años invertimos $31.000 millones, donde hemos atendido a 50.000 personas y en el tema de indemnizaciones tenemos 22.000 personas en todo el eje cafetero, de las cuales 11.000 corresponden a Risaralda con recursos por $66.000 millones. El total de indemnizaciones es de $1453.000 millones, una cifra muy grande. ¿Qué tipo de ayudas son éstas? Es el pago que se le da la persona por haber sufrido cualquier hecho victimizante. Por ejemplo desplazamiento, homicidio, abuso sexual, pérdida de uno de sus miembros, haber sido sacado del territorio, En esto trabaja también la Unidad de Tierras. ¿También hay proyectos productivos? Hemos manejado proyectos con varios municipios. Por ejemplo hay uno que compromete catorce municipios del Eje Cafetero, cuatro de Risaralda, cinco de Caldas y cinco de Quindío en renglones de infraestructura social y cultivos como peces, plátano, yuca, mora. Este año vamos también a trabajar con codornices, para la comercialización de huevos y al final cuando a los ocho meses ya no produce, también se vende la codornices. ¿Qué otras iniciativas en generación de empleo? Tenemos un proyecto con las Alcaldías de Pereira y La Virginia, con $866 millones y estamos beneficiando 220 familias en un proyecto productivo. En total con todos estos proyectos han atendido unas 3.000 familias. En Viterbo, por ejemplo, tenemos unas familias a las que la alcaldía entregó un terreno para el cultivo de ahuyama, allí se pagan los jornales y siguen produciendo y cultivando. ¿La gente como recibe estos nuevos vecinos? La situación ha cambiado. En el 2011, cuando era Secretario de Gobierno, en Combia se generó una protesta por unos reinsertados, fue una complicación muy grande. Hoy cuando llegamos a los colegios, puestos de salud y empleos hay población víctima por todos lados. En mi propia oficina hay cuatro personas que son víctimas. Ha sido tan generalizado que la gente lo ve con otro sentido, que es lo que queremos lograr con el tema de las Farc. ¿La atención de víctimas es una política pública? Es política pública y nosotros estamos establecidos hasta el 2021 pero con estos cambios y hay que ampliar la ley y no se puede retroceder. Hoy somos ejemplo a nivel mundial y el único país que ha estado trabajando en esto bajo el conflicto, los demás lo hacen cuando termina el conflicto. ¿En lo personal qué le falta por lograr en este campo? Pienso que sería feliz viendo la integración entre víctima y victimario, que tengamos aquí el centro regional y que en cada municipio quede como política el tema de víctimas que debe estar dentro de los programas de gobierno.
Fuente: Risaralda. [1682]
Autor: El Diario
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Editado Por: Cristian Giovanny Toro Sánchez.
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