EL CONEJO Y EL GALLO SU COMPADRE

Categoría: Tío Conejo y otros animales

Fecha: Tuesday 01 de January del 1963

El Conejo resolvió un día poner al Gallo de compadre.

y de ai le dio por ir todos los días a la casa del gallo y se le comía los güevos. y aquello se volvió un censo. ¡güevito que ponía la comadre gallina, y güevito que se comía el compadre tío conejo!
hasta que el gallo dijo un día:
–bueno. esto sí está muy cansón, ya. le voy a poner fin a esta tagarnia. poné cuidao, pues, m’hija. mañana, cuando venga el tío conejo a comese el güevo, vos te escondés onde él no te vaya a topar. y yo meto la cabeza bajo el ala, en medio patio.
pues sí, que llegó el conejo, de lo más zalamero:
–¡opa, compadre! ¿onde está compadrito?...
cuando... encuentra en medio patio al gallo muerto. tirao ai en medio patio y sin cabeza...
–¡comadre, comadre!
nadie...
–¡hiju’el diablo! esto aquí sí está como bien grave. ¡yo me voy!
salió el conejo a la carrera pa la casa. y le dijo a la coneja:
–¿sabés lo que encontré? al gallo sin cabeza.... ¡ai tirao! y la gallina, mi comadre, ¡por parte alguna! allá ocurrió una desgracia.
como a los dos o tres días pasó el conejo por la casa del gallo y encontró a éste muy tranquilo, cantando.
–¡opa, compadre!
–¡opa compadrito! ¿por qué tan perdido? ¿qué le pasó que no volvió a aparecer por aquí?
–¡como así, tío gallo! ¿usté no’staba muerto, pues?
–¿muerto? ¡qué cuentos!
–pero si yo mismo lo vi: vine el otro día a saludalo, y lo incontré ai tirao, sin cabeza...
–¡ah! eso fue que estaba mi mujer en la quebrada. ¡ella cada rato me lava! se baña en la quebraíta y me baña a mí. ella me corta la cabeza y va y la lava bien lavaíta. ¡por eso, mire como soy de limpio!
el conejo se puso a velo: ¡esas plumas relumbraban!... y esa cresta limpiecita, esa cara sonrosada...
ajá –pensaba–. ¿conque ese es el secreto? ah...
–¿a usté no le baña la cabeza su mujer? –preguntó el gallo.
–ya vengo –dijo el conejo–. aguarde aquí compadrito, que ya vengo.
salió el conejo a la carrera y le dijo a la coneja:
–¡usté sí que es descuidada m’hija! nunca me lava la cabeza en la quebraíta, ¡como hace la gallina con su marido!
–¿la cabeza?
–¡pis claro! córteme ya mismo la cabeza y va y la lava en la quebraíta, y vuelve y me la pone. vea que estoy lleno de naiví.
la coneja le cortó la cabeza al tío conejo, se fue a lavala a la quebrada, la lavó bien lavaíta, y vino a ponésela otra vez...; bregue y bregue, pero no pudo. y el conejo ya estaba tieso.
así murió el conejo. porque el que se casa con mujer boba, aunque sea más vivo que el tío conejo, ¡siempre termina jodido!
¡y así acabó el pícaro tío conejo, después de todas las qu’hizo!

Fuente: Cuentos del tío conejo - Folclor[13]

Autor: AGUSTÍN JARAMILLO LONDOÑO

Biografia: Ampliar clic

Editado Por: Ing. Cristian G. Toro S.

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